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Entrega del bastón de mando: indígenas contra apropiación cultural en Hidalgo

La entrega del bastón de mando, xochimapales, rosarios y flores que le correspondía a indígenas de Santa Ana Tzacuala les fue arrebatado por una persona que no es originaria de la localidad de Acaxochitlán

Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.— Felicia Tlalacalco Martínez, mujer medicina y cocinera tradicional de la comunidad de Los Reyes, Acaxochitlán, acusó de suplantar y apropiarse de tradiciones y costumbres ajenas a Yolanda Espinoza, quien entregó el bastón de mando al titular del Ejecutivo a nombre de Santa Ana Tzacuala, pese a que, afirma, es originaria de Acatlán, un municipio que no tiene población indígena.

Por qué permitimos que gente como ella y otras personas nos vengan a pisotear, hacer menos y se lleven nuestra cultura y tradición para folklorizarlas, porque eso es lo que hacen, no sabe lo importante que es para nosotros el bastón de mando, los xochimapales, rosarios, la vestimenta y la lengua materna”, dijo.

La mujer originaria de Acatlán fue elegida por un comité en el que participó el comisionado estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas, Prisco Manuel Gutiérrez, para que le entregara el bastón de mando el pasado 9 de agosto, por la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Originarios.

“Yolanda dirige a un grupo de personas, todas originarias de otras comunidades y municipios. Ella es originaria de Acatlán y vive en Tulancingo, pero se dice de Acaxochitlán, de la comunidad de Tepepa. Lamentablemente ella hizo entrega del bastón de mando a las personas seleccionadas para la reciente conmemoración de los Pueblos Indígenas, entregó los xochimapales, rosarios y flores que nos correspondía a nosotros como originarios y no es la primera vez”.

Explicó que previo a la conmemoración de los Pueblos Indígenas recibió la invitación por parte del ayuntamiento de Acaxochitlán para realizar la ceremonia y entrega del bastón de mando, y un día antes fue informada de que Yolanda Espinosa dirigiría la bienvenida y entrega de bastón.

Crédito: Jessica Manilla

“Para mí es muy triste porque siendo el licenciado Prisco (Manuel Gutiérrez, comisionado estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas) representante de nosotros como indígenas no se ha dado a la tarea de investigar a las personas a quienes le designa ciertas responsabilidades, y molesta que se nos arrebaten nuestras tradiciones, costumbres y ella se levante diciendo que es de Acaxochitlán”.

¿Quién puede portar un bastón de mando?

De acuerdo con la mujer medicina los bastones de mando se entregan a personas cuya aportación haya sido en favor de los pueblos originarios, ya sea en el área social o cultural, de medicina, comunicación o política, que conozca la tradición, además se les instruye sobre su importancia, significado y su uso; quienes lo recibirán se preparan con ayuno y meditación. La ceremonia se acompaña con somador y la entrega de xochimapales, en fechas especiales, una de ellas el equinoccio de primavera.

Crédito: Jessica Manilla

¿Cómo seleccionaron a la persona que entregó el bastón de mando?

El comisariado estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas, Prisco Manuel Gutiérrez, informó que para la vigésimo novena conmemoración del Día Internacional de Pueblos Indígenas se eligió a Santa Ana Tzacuala, en Acaxochitlán, al ser una comunidad importante en el estado en la que el 80 por ciento de la población se auto adscribe indígena, prevalece la variante del náhuatl, su rica gastronomía y atavíos tradicionales de manta y bordados a mano.

“En el año pasado el evento fue en Huejutla, este año pudimos hablar con algunos representantes de las culturas náhuatl, otomí, tepehuas y tenex y se tomó la decisión de llevar la conmemoración a Acaxochitlán. Para la ceremonia de bienvenida es estableció en asamblea con autoridades tradicionales: delegado Macedonio Xocotenco y el presidente municipal, Erik Carbajal Romo, quiénes y cómo se recibirían a las autoridades”.

¿Qué es la apropiación cultural?

La apropiación cultural, de acuerdo con la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, se define como la acción de una persona física o moral, nacional o extranjera, que se apropia para sí o un tercero de uno o más elementos del patrimonio cultural, sin la autorización del pueblo o comunidad.

Crédito: Jessica Manilla

Políticos se insertan en la vida cultural indígena

La activista Emilia Mendoza explica que un aspecto importante a considerar es la participación del Estado, ya que éste, al ser un grupo de dominación puede adoptar manifestaciones culturales sin que sea considerado apropiación cultural. Comentó que esto es visible a nivel nacional en las campañas políticas y en la difusión turística.

“En la actualidad la cultura está politizada y se reduce a moda, porque es una condición política el que los pueblos originarios tengamos que mostrar e integrar a representantes del Estado a los rituales, sin que ellos sean parte y se nos tome en consideración que son ceremonias, usos y costumbres de las comunidades indígenas, y estos validen las decisiones de las asambleas”.

El fenómeno de la folklorización

De acuerdo con la activista, la folklorización es cuando los rituales relevantes de las comunidades indígenas se convierten en una expresión para embellecer, es decir, que ciertas comunidades que no las tienen las adoptan, por ejemplo, la tradición de entregar el bastón de mando.

Crédito: Jessica Manilla

“Un ejemplo de ello es el Día de Muertos. La Ciudad de México no tenía desfile con motivo de este día, sino que es hasta que se filma la película de James Bond se decide establecer el desfile anual, ¿es una apropiación cultural?, de alguna forma sí, porque abarca una serie de símbolos de otros pueblos originarios y el mismo Estado favoreció a que esto se realice. Otro ejemplo más local son los carnavales, hay municipios en Hidalgo que no tienen esa tradición; sin embargo, al ser motivo de turismo, se les invita a participar y se imponen formas de cultura y eso es apropiarse de algo que no les pertenece y se vuelve un riesgo de folklorización”.

Las leyes resultan insuficientes

Emilia Mendoza señala que hay más conciencia de lo que es la apropiación cultural, derivado de denuncias por el uso de bordados otomís y la Muñeca Nxuti, con la cancelación de cinco registros ante Instituto Nacional de Propiedad Industrial, continúan los procesos legales a fin de obtener una disculpa pública por parte del Estado, la garantía de la no repetición y la reparación del daño hacia los afectados.

“Se ha generado una declaratoria de protección biocultural del pueblo Hñähñu-Otomí del Valle del Mezquital que fue enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador y fue aprobada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, pero la aprobación de una reforma constitucional que favorecía a los pueblos originarios no impacta en su autonomía, por ello los pueblos originarios pedimos que se nos dé ese derecho para la protección directa”.

La activista consideró que a nivel estatal no hay avance en la protección intelectual de expresiones culturales indígenas por falta de empatía y conocimiento de las necesidades de los pueblos originarios. Exhortó a las personas que están en una posición de poder a documentarse para legislar con conocimiento de causa, no a través de romantizar la multiculturalidad de los pueblos originarios.

“¿Qué vamos a hacer con todas las necesidades que tienen los pueblos originarios?, debemos preguntarnos, ¿qué están planteando como políticos?, ¿cómo reducir las brechas sociales?, la forma de a crear un buen sistema de salud, ¿cómo vamos a mejorar el acceso a la movilidad y educación? Como sociedad debemos interesarnos en estos temas porque el patrimonio cultural es lo que enriquece a nuestros estados y al país”.

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