OPINIÓN

Los hermanos Marines

Hace unos días, dos hermanos tomaron la decisión de retirarse del Club Pachuca tras casi tres décadas de laborar ahí. Desde niños, Gildardo y Jabel Marines Limón estuvieron cerca de los Tuzos

Créditos: Especial
Escrito en HIDALGO el

Frente a una copa vacía, la queja del veterano futbolista:

“Cuando eres jugador todo mundo te dice cómo hacer las cosas; desde lo que comes, pasando por la manera de abrocharte los botines y hasta la posición en la que debes tener sexo para evitar lesiones… ¡todo, todo! menos algo muy importante: cuando debes retirarte de la profesión”.

Cierto. No existe manual sobre este aspecto en la salud física y mental de un atleta de alto rendimiento. En Cuba se investigó hace años sobre el “des-entrenamiento” al que debía someterse un deportista en el ocaso de su carrera.

Pocos conocen el momento ideal para despedirse del oficio. “Deja el futbol antes que el futbol te deje a ti”, refunfuña todavía el veterano…

Hace unos días, no muy lejos de las canchas, dos hermanos tomaron esa decisión.

Desde niños, Gildardo y Jabel Marines Limón estuvieron cerca del equipo Pachuca porque su papá, el conocido locutor de radio Don José G. Marines (QEPD), se los llevaba cada domingo al palco de transmisión donde narraba los partidos de los Tuzos, en los años 70’s. Pasión por los medios que ambos heredaron.

Fue hasta 1994 cuando Gil, recién egresado de la Universidad, entró a trabajar en el área de comunicación del club blanquiazul, y poco después lo acompañó Jabel, que ya tenía una voz muy conocida en la señal de la desaparecida radio estatal 98.1 de FM.

Cuando nació la Promotora del Club Pachuca, en 1995, los Marines eran de los pocos empleados que encontró la Familia Martínez en las oficinas, siempre dispuestos.

Gil y Jabel acostumbraban no tener hora de entrada ni de salida, trabajando de lo que hiciera falta cuando en los Tuzos había pocas manos.

Si había que pintar bardas, pegar carteles, recibir jugadores, vender boletos, hacer programas, editar revistas, cargar maletas, ser la voz del estadio o tareas similares, ahí estaban con un puñado de jóvenes amigos que fueron integrándose al club.

Lloraron las tragedias, sufrieron las derrotas pero también disfrutaron los triunfos, quizá sin dimensionarlo, aportando un granito de arena en el desarrollo del hoy llamado Grupo Pachuca, manejando las direcciones de Mercadotecnia y Comunicación por veinte años, integrando y adaptando las áreas a nuevas plataformas.

Compartimos muchos viajes y también vivencias gracias al “Pachuquita”, aunque también tuvimos discusiones y diferencias cuando cada uno defendía su postura: ellos del equipo, uno del reportero; siempre desde el respeto. Una vez Enrique el “Ojitos” Meza nos dijo: “no sé si ustedes sean buenos en lo que hacen pero me queda claro que sí son unos profesionales de su labor”.

Todo cambia. Los técnicos, los jugadores, los directivos y los intereses. Es parte de la vida misma; el Grupo Pachuca no es la excepción.

Los hermanos Marines Limón eligieron otro camino y negociar su salida del consorcio al que ayudaron a crecer hasta niveles que nadie imaginó hace treinta años.

Habrá una nueva voz en el sonido del Estadio Hidalgo. Otras estrategias desde los escritorios. Quedan los logros de quienes antes impulsaron a los Tuzos desde abajo.

Remate

Hay políticos hidalguenses que no captan el momento de retirarse con dignidad. Llevan décadas con poder y se resisten a dejarlo frente a la elección más grande en la historia de México. Cambian de partido como si fueran calzones. Cheque los medios de los últimos días, compruebe su poca memoria… o vergüenza.

#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz

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