PACHUCA. - Si lo pensamos detenidamente, la mujer tiene el súper poder de transformar todo lo que toca, virtud que va más allá de su entorno o condición social.
Puede nacer en un pueblo de Morelos y practicar un deporte “para hombres” pero hacerlo mucho mejor que ellos hasta convertirse en leyenda.
Otra niña está triste porque su equipo favorito pierde los partidos y tiene una idea que la convierte en estandarte de un fenómeno nacional.
O quizá una jovencita ingresa a la Universidad con el sueño de un planeta más limpio y acabe siendo la primera presidenta del país.
Tres historias. Dos se hicieron realidad y la tercera está en camino a realizarse.
La realidad es que todos conocemos mujeres capaces de superar cualquier obstáculo.
¿De dónde surge esa fuerza?
Escuchando a sus protagonistas, uno encuentra coincidencias: talento, disciplina, perseverancia, resiliencia, entre otras características; sin embargo, hay un factor clave en sus vidas: tuvieron la decisión de cambiar el establishment a su alrededor.
“Yo nací en Jojutla. Y desde muy chica me di cuenta que era buena para el futbol; sin embargo, jugaba entre puros niños; así lo hice hasta que ya no me aceptaron porque iban creciendo y tuve que salir a otras partes de Morelos adonde me invitaban a jugar; así fui descubierta por las selecciones nacionales juveniles”, relata Mónica Ocampo.
“Siempre fui aficionada de Pumas pero me tocó verlos muy malas en temporadas. Cuando Arturo Elías Ayub era presidente del club, escribí una carta para enviársela y saber cómo podía incursionar y ayudar al equipo. Él me abrió las puertas pero me dijeron que debía estudiar la carrera de director técnico”, recuerda Eva Espejo.
“Nunca me vi como política. Era mi anhelo prepararme y ser egresada de la UNAM; ahí terminé mi licenciatura y pude también cursar una maestría y un doctorado hasta ser catedrática en mi Alma Mater, al mismo tiempo que fui esposa y madre”, comparte Claudia Sheinbaum.
Sí, había límites que las tres cruzaron y nada fue igual...
Cuando Mónica Ocampo fue considerada por México para asistir al Mundial Sub-20 en Rusia, salió a relucir la calidad que un año después deslumbró en el Mundial de Selecciones Mayores, anotando el gol que se considera el mejor en la historia de las Copas Femeniles. Además, fue considerada por la FIFA entre las 20 mejores futbolistas del momento.
Sin muchas oportunidades en la FemexFut ni en Pumas, Eva Espejo encontró trabajo en Pachuca, dentro del área de Desarrollo Humano, trabajando con alumnos de la UniFut y chicos de fuerzas básicas. Cuando se anunció la Liga MX Femenil, Marco Garcés buscó a la mujer adecuada en el organigrama y dio con ella. A mediados de 2016, estaba al frente del proyecto.
La formación de Claudia Sheinbaum igual le abrió las puertas en el año 2000, cuando fue invitada al gabinete de Andrés Manuel López Obrador, como Secretaria de Medio Ambiente en la Ciudad de México, labor que cumplió con el bajo perfil que la caracterizaba.
El temple, la tenacidad y la confianza en sus propias habilidades marcan la diferencia para estas mujeres.
En México hay millones más de mujeres que, como estas tres aludidas en este espacio, diariamente se empeñan en transformar las cosas. Es ahora su tiempo.
REMATE
Actualmente, Mónica se prepara para ser entrenadora, sigue luchando por el título con Pachuca y su nombre está inscrito en el Estadio Hidalgo. Eva, considerada la entrenadora del año por la FIFA en 2017, dirige al Monterrey, donde es referente de la Liga MX Femenil. Y Claudia, quien goza de la preferencia de López Obrador, encabeza las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.
#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz