OPINIÓN

“La bomba” se activó

Con la Copa de Oro a la vuelta de la esquina, si los aficionados mexicanos no van a las tribunas, el fracaso económico está garantizado para la Federación Mexicana de Futbol | OMAR PÉREZ DÍAZ

Juan Carlos Rodríguez "La Bomba", presidente de la FeMexFut.
Escrito en HIDALGO el

A finales del siglo pasado, Francisco Javier González, comunicador que se hizo famoso en los tiempos de Imevisión, a la sombra de José Ramón Fernández, despertó con una nueva idea: crear un concepto que abordara temas relacionados al deporte durante las 24 horas del día.

Hoy, puede parecer algo habitual, sin embargo, en esa época resultaba descabellado imitar en México algo que únicamente realizaba la cadena ESPN en Estados Unidos.

A Francisco Javier lo caracterizaba su ecuanimidad para expresarse ante las cámaras, sus lentes, una poblada barba y su gusto por la bohemia, aunque esto último se limitaba a un cercano grupo de amigos.

Alejandro Burillo, en ese entonces, hombre fuerte de Televisa, propietario del Atlante y directivo de la FeMexFut, creyó en la idea del periodista y así nació Súper Estadio, estación de radio donde todo el tiempo se hablaba de deporte, sobretodo, de futbol.

Al cabo de un corto tiempo, Burillo decidió salirse del negocio. González buscó otro socio; pensó inmediatamente en Juan Carlos Rodríguez Bas, a quien le apodaban “La Bomba”, un hábil ejecutivo de negocios que trabajó con marcas como Adidas y Diadora.

La sociedad convirtió el concepto de Súper Estadio en un éxito redituable que mutó en los contenidos de Estadio W y, luego en TDN, concepto que fue comprado por Televisa en el año 2010, haciendo de Rodríguez-González el binomio que llevó las riendas de sus contenidos deportivos en los años siguientes.

La Bomba” fue mucho más allá. Emilio Azcárraga, presidente de Televisa, lo invitó a dirigir los destinos de las emisiones deportivas en la cadena norteamericana Univisión, a la que se estaba fusionando el consorcio mexicano.

Bajo las siglas TUDN, este ejecutivo disparó las audiencias y las ganancias, a tal punto, que también le dieron las riendas de los programas en México.

Rodríguez ya era conocido en el ámbito fubolero por arreglar los contratos con los clubes nacionales; sin embargo, la pandemia provocada por el Covid-19 lo llevó a otro nivel.

Cuando la mayoría de los equipos se tronaban los dedos para conseguir dinero, “La Bomba” ideó el plan de negocios para vender sus derechos de trasmisión en los Estados Unidos y contar con recursos que les permitieron subsistir ante la crisis.

Este suceso le abrió de par en par las puertas para ser el mandamás de la Federación Mexicana de Futbol, naturalmente, impulsado por Azcárraga y Televisa, tras el ridículo en Qatar. Su elección fue unánime porque la consigna principal es aumentar el negocio. Prioridad: ganar dólares, luego traer más dólares, y tercero, que los dueños obtengan más dólares.

Los señores de pantalón largo nunca repararon en algo: los éxitos deportivos son la vía para tener mayores ganancias con la Selección Nacional y los Estados Unidos.

La Bomba”, que es una eminencia en hacer empresa pero que sabe poco de futbol, tiene ese reto: encontrar el equilibrio entre lo deportivo y el negocio.

Ya se dio cuenta de eso en el desastre que fue México dentro de la Copa de Naciones donde fue vapuleado por Estados Unidos.

Los paisanos se alejaron del Tricolor y no pagaron para verlo jugar por el tercer lugar contra Panamá en Las Vegas. ¡Alerta para los dueños del balón!

Con la Copa de Oro a la vuelta de la esquina, si los aficionados mexicanos no van a las tribunas, el fracaso económico está garantizado.

Y sí, “La Bomba” se activó.

REMATE

Este lunes, a primera hora, Juan Carlos Rodríguez decidió despedir a Diego Cocca como entrenador de la Selección Nacional y contratar en su lugar a Jaime Lozano, en calidad de técnico interino. La determinación fue bien recibida por aficionados y expertos. La pregunta es: ¿se salvará el negocio?

 

#CrónicasDeDeporte | Omar Pérez Díaz, columnista LSR Hidalgo. Twitter: @omarpdiaz