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El rápido de la Siete, el tren más veloz que iba de Pachuca a CDMX en solo una hora

En promedio, los viajes entre ambas ciudades eran de entre 3 a 4 horas, debido a que se hacían escalas en varias estaciones, así como recoger o dejar cargamentos

El rápido de la Siete funcionó por varias décadas y fue un éxito al acortar mucho los tiempos de viaje.Créditos: Imagen ilustrativa / Collage de especiales
Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- En la época moderna de la ciudad de Pachuca, con la introducción de carreteras y luego de amplias autopistas, ir hasta la capital de México toma poco menos de una hora, pero antes no era así, ya que la única manera “rápida” de viajar era en trenes y el tiempo mencionado se triplicaba e incluso cuadriplicaba, pero existió una ruta que se llamaba El rápido de la Siete presumía hacer el recorrido en 60 minutos.

Fue el cronista Juan Manuel Meneses Llaguno quien compartió la narrativa, de la que aseveró, todo comenzó en 1872, cuando se iniciaron gestiones para construir un ramal ferroviario que conectara a Pachuca, ya que en esa época estaba excluido de las vías por donde pasaban las locomotoras, aunque debió pasar más de una década para que fuera instalada la infraestructura necesaria para hacer viajes.

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Aunque no fue como se esperaba, ya que en principio solo circulaba por el ramal un pequeño vagón tirado por bestias, aunque el 11 de junio de 1883 por fin pudo circular hasta Pachuca la primera máquina de vapor, pero nuevamente con una decepción para habitantes, al ser exclusivamente un tren de carga para insumos de minería y otros productos, por lo que para ir a México debía tomarse una diligencia que duraba días.

En un principio, solo circulaba por el ramal un pequeño vagón tirado por bestias para llevar cargas / Imagen ilustrativa: web

La visión de un hidalguense metió los trenes de pasajeros a Pachuca

Años después de la introducción del tren a Pachuca, un hidalguense tuvo una visión de negocio al haber introducido el servicio de pasajeros con destino a la entonces capital del país y fue Gabriel Mancera, un hábil profesionista nacido en Tulancingo y quien pasó de trabajar en los textiles a ser un exitoso empresario transportista, a quien igual se le atribuye haber instalado la famosa estación en su lugar de origen.

La estación del tren en Pachuca / Imagen ilustrativa: especial

Para su negocio, el ingeniero habló con las dos empresas ferroviarias que operaban en la llamada Bella Airosa, que eran Mexicano y el Central, pero que solo transportaban mercancías; a ellas convino el arrendamiento de vías con lo que tuvo éxito y fue tal que después tuvo su concesión para su propio camino de fierro y a principios del siglo 20 fundó Ferrocarril Hidalgo y del Nordeste y así se anunciaba en 1903.

Gabriel Mancera fue el responsable de hacer que los trenes de la época recibieran pasajeros / Imagen ilustrativa: especial

 

Trenes rápidos para pasajeros entre las ciudades de México y Pachuca, el centro minero de más importancia en la República… Los trenes de esta empresa recorren cuatro veces al día pasando por el canal del desagüe, Tizayuca, Tezontepec, San Agustín y Tepa… En San Agustín conecta el ramal de Irolo y de Tepa; hacia el nordeste continúa la vía principal pasando por Tecajete, Somoriel, Santiago, Tulancingo, Sototlán y Tortugas.”

Así era viajar en El rápido de la Siete, el tren más rápido de Pachuca

La demanda de los pasajeros era muy alta, que Gabriel Mancera y su empresa Ferrocarril Hidalgo y del Nordeste crearon una especie de ruta exprés en 1914 y que llamó El rápido de la Siete, que al igual, o más, que las otras corridas ya existentes era muy pedida por habitantes de los 2 destinos a los que iba, pues presumía emplear poco más de una hora en hacer el viaje, que en aquellos tiempos parecía una gran distancia.

El rápido de la Siete presumía emplear poco más de una hora en hacer el viaje / Imagen ilustrativa: especial

Sin embargo, para abordar el tren especial se debía tener bien planeados los tiempos, pues solamente salía una ocasión desde la Bella Airosa a las 7 de la mañana y después regresaba desde la ciudad de México a las 7, pero de la noche, aunque beneficiaba a las personas al ocupar poco tiempo, pues normalmente debían ocupar de 3 e incluso hasta 4 horas para hacer el viaje, lo que les quitaba mucho tiempo.

El tren especial fue un éxito total y funcionó hasta 1953 / Crédito: Juan Manuel Meneses Llaguno

Lo anterior, citó la crónica de Juan Manuel Meneses Llaguno, en razón de que el tren cotidiano recogía carga en diversas estaciones que estaban en su trayecto; El rápido de la Siete funcionó hasta 1953, pues años después el Ferrocarril Hidalgo fue incorporado a los Ferrocarriles Nacionales de México en el régimen del general Lázaro Cárdenas, lo que modificó algunas de sus operaciones que hacía en la capital de Hidalgo.

 

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