Tulancingo.— Durante la décimo segunda sesión del Comité Jurisdiccional de Vigilancia Epidemiológica (Cojuve), autoridades de salud analizaron la estrecha relación entre el consumo de sustancias y la violencia, un fenómeno que impacta directamente en la salud pública en el Valle de Tulancingo.
En la última sesión Cojuve del año, Alejandra Hernández Pacheco, representante de la Jurisdicción Sanitaria, expuso que este tema representa uno de los principales retos de salud pública a nivel local o estatal en relación con la violencia y las adicciones al tratarse de problemáticas que se retroalimentan de manera constante.
Explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce una relación bidireccional entre la violencia y las adicciones, es decir, ambos fenómenos se refuerzan mutuamente. “El consumo de sustancias, tanto legales como ilegales, se encuentra directamente relacionado con la presencia de distintos tipos de violencia”.
Te podría interesar
La violencia, detalló, no se limita únicamente al daño físico. “De acuerdo con la definición de la OMS, se considera violencia al uso intencional de la fuerza o el poder físico, ya sea como hecho o amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo, con consecuencias que pueden ir desde lesiones y daños psicológicos, hasta trastornos del desarrollo, privaciones e incluso la muerte”.
Impacto del alcohol y las drogas en la conducta
Uno de los puntos centrales de la exposición fue el efecto de las sustancias adictivas sobre el funcionamiento del cerebro. Hernández Pacheco explicó que el consumo de alcohol y drogas altera la corteza prefrontal, área encargada de regular el comportamiento y la toma de decisiones.
“Cuando una persona consume alcohol provoca alteración: desinhibición, pero también un aumento de la agresividad”, explicó. Esta situación, añadió, deriva no sólo en violencia física, sino también en violencia verbal, emocional, financiera y de pareja, alcanzando núcleos familiares, incluso comunidades.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente tres millones de muertes anuales a nivel mundial están relacionadas con el consumo de alcohol y otras sustancias, muchas de ellas asociadas a accidentes, homicidios y suicidios.
“En ocasiones se reporta un fallecimiento por accidente o por algún acto violento, pero al investigar a fondo se detecta que el consumo de sustancias estuvo presente como un factor detonante”.
Ante este panorama, reconoció la importancia del Comité Municipal de Salud (Comsa) y el Comité Municipal contra las Adicciones (Comca), así como de la Red Interinstitucional de Atención contra la Violencia (RIAV), como herramientas clave para la prevención. La jurisdicción sanitaria invitó a los municipios a participar de manera activa en estos espacios durante el próximo año.
Finalmente, Hernández Pacheco informó que todos los municipios lograron cumplir con las metas establecidas en materia de prevención durante el presente año, y adelantó que para 2026 se arrancará con planes de trabajo municipales que refuercen estas acciones, con el objetivo de incidir positivamente en el panorama.
sjl
