Pachuca.— “¿Pero qué te pasa?, no te he hecho nada” fue la última expresión que Armando alcanzó a emitir antes de recibir un disparo en el cachete, escuchar la frase “ya valiste madre” y perder el conocimiento, narró Marisela, su hermana, afuera de los juzgados orales de Pachuca, donde exige justicia para su familiar.
Minutos después, Armando recobró el conocimiento, pudo llamar a su Marisela para que lo fuera a recoger cerca de Cristo Rey en Pachuca. Armando caminó mientras llegaba Marisela, iba con la lesión en el rostro y la ropa ensangrentada.
Fue el 29 de septiembre de 2023 que Armando fue a jugar billar a un lugar frente al Panteón Municipal de Pachuca, ahí se encontró a Ángel -su amigo y expolicía municipal- primero cada quien jugó por su lado y luego jugaron juntos; cerca de las tres la mañana decidieron salir a buscar un lugar para bailar, pero antes, Armando pidió que pasaran a su casa, porque ya no llevaba dinero.
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Hicieron la primera parada en el domicilio de Armando, ingresó y sacó una bolsa de dinero con la cantidad de 70 mil pesos; la segunda parada la hicieron en casa de Ángel, quien dijo que también iba por dinero. Una vez que recargaron la cartera, se dirigieron a Real del Monte.
El automóvil se desvió del camino y se dirigió a Cristo Rey; ahí, Ángel descendió del auto, y atrás de él Armando. “Híncate” ordenó Ángel. Acto seguido le disparó en la cara.
Sobrevivió tres meses
El impacto de la bala deterioró la salud de Armando. “ingresó por la mejilla derecha, hizo una trayectoria en uve, dañó la tráquea. Mi hermano ya no podía deglutir ni pasar, menos comer”, señaló Marisela. A partir de ese momento, ingresó y salió del hospital en varias ocasiones, hasta que finalmente falleció en su casa el 27 de diciembre, tres meses después del impacto de bala.
Esos tres meses fueron de ingresar y egresar del Hospital General de Pachuca, Armando ya no tenía movilidad, no podía comer, ni valerse por sí mismo, usaba dos sondas, una para alimentarse. “Refería mucho dolor porque la lengua casi se le desprendió por el disparo, perdió sus molares; por la pólvora tuvo una infección en la tráquea”, comenta su hermana.
Exigen justicia para Armando
Marisela junto con sus familiares se postraron en las inmediaciones de los juzgados de oralidad para exigir que se haga justicia por la muerte de su hermano, asegura que no es una reparación de daño lo que le interesa, sino que el culpable pague su delito, pues el acusado es una persona que conocía bien del uso de armas de fuego, así como del uso de la fuerza y su intención fue matar a Armando desde un principio, pero el desmayo le dio tres meses más de vida y la oportunidad de decir a su familia quién lo agredió.
El temor de la familia en su intento de buscar justicia se funda en que existe un reporte que señala que Armando murió por causa natural, y la defensa a cargo de Marco Antonio Márquez Hidalgo pretende acreditar que la muerte no fue causada por el disparo.
¿Quién era Armando?
Armando tenía 44 años, cuatro menos que la pena que el Ministerio Público pide para su homicida; era músico, a decir de su familia era tranquilo, amiguero, no tenía malas amistades, y trabajador. Formó parte de la banda sinfónica del estado, compraba carros y los vendía, jugaba torneos de billar e incluso fue a Colombia a competir por parte del estado.
Hoy sólo le quedan sus dolientes, su familia que asegura no va a parar hasta que no haya justicia y que el agresor pague por lo que hizo.
La familia de Armando atravesó otra pérdida, su madre murió de tristeza, de ver cómo su hijo perdía la vida poco a poco. Hoy exige justicia y “que una persona que es un homicida no puede estar entre la sociedad”.
sjl