Pachuca.— El automóvil se estaciona a un lado de la banqueta, es un modelo antiguo, no está muy limpio pero huele a aromatizante de coche de los que venden en el supermercado, las bocinas arrojan sonidos de guitarras y baterías fuerte, es una banda de metal; el conductor amabilísimo da las buenas noches, así empieza el viaje contratado por la aplicación móvil InDrive.
Un trayecto de 7 kilómetros de avenida Constitución, Pachuca, a Magisterio, Mineral de la Reforma, se pactó en 75 pesos, son las 9:30 de la noche y el conductor tarda cinco minutos en llegar, previamente también se pactó que el pago sea en efectivo.
El transporte por aplicación es una realidad en Pachuca, aunque el funcionamiento de la empresa no es claro: la Secretaría de Movilidad de Hidalgo, a través de comunicación social, negó haber entregado concesión o permisos para este tipo servicios en lo que va de la administración, que arrancó el 5 de septiembre de 2022.
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Además, el 3 de agosto, la secretaria de Movilidad, Lyzbeth Robles Gutiérrez, declaró: “el tema de Uber no es problema ahora”, en relación al amparo 13/2020 que promovió la transnacional ante la Suprema Corte de Justicia de Nación (SCJN) para operar en Hidalgo el mismo modelo de transporte de InDrive.
A lo anterior, se suma que la Ley de Movilidad del Estado de Hidalgo no permite que particulares brinden servicio de transporte, debido a que requieren una concesión, permiso, autorización, convenio o contrato expedido por el Poder Ejecutivo.
A lo que se suma la resistencia de los dueños de taxis que se oponen a compartir el negocio del transporte individual y que, incluso, aceptaron pagar 345 pesos mensuales por una aplicación llamada Taxi Contigo que se implementó en la última recta del gobierno de Omar Fayad Meneses y que no es utilizada en la actualidad.
“El sol sale para todos”
Después de acomodar mochila, bolsa de mano y cerrar la puerta, el conductor baja el volumen de la música, aprieta el acelerador y empieza a mover el volante, durante el trayecto va respondiendo preguntas en una conversación informal.
Dice que lleva quince días usando la aplicación y que es un complemento para su principal fuente de ingresos. Después de las 6 de la tarde empieza el movimiento: entre más noche más servicios.
Su percepción es que la aplicación le gana al taxi porque antes de contratar un viaje el usuario y el chofer pactan la tarifa, trayecto y la forma de pago, menciona que no hay sorpresas como con los taxistas, que cambian los precios o toman rutas más largas para cobrar más.
De la oposición de los taxistas para compartir el negocio del transporte privado, contesta que “el sol sale para todos”, que incluso algunos choferes de taxi están dados de alta en la aplicación sin reportar que su vehículo tiene cromática gubernamental.
Mientras sigue la conversación, la aplicación va marcando la ruta en el celular, narra que el mes pasado vio un anuncio en Facebook de que InDrive buscaba conductores, se registró en la página con identificación oficial, RFC, comprobante de domicilio, placas, tarjeta de circulación y una fotografía, un día después InDrive le contestó que era apto para usar la aplicación.
Casi al concluir la ruta, el conductor hace hincapié en que es un modelo seguro, que ya tiene clientes frecuentes y todos los pasajeros lo han calificado con cinco estrellas. Orilla el auto compacto, pisa el freno, el trayecto ha terminado, antes de arrancar, suena la aplicación, tiene una nueva oferta de viaje.
Para conocer la forma en que esta aplicación opera en Pachuca, la empresa fue consultada vía email pero hasta la publicación de esta crónica no había respondido.
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