PACHUCA.- “Nunca dejamos en el olvido a nuestros seres queridos. Los llevamos en el corazón su recuerdo, porque los amamos por eso venimos no solo año con año al panteón a recordarlos, se trata de no olvidarlos, es una cadenita, si tú olvidas alguien, mañana también te van a olvidar”.
Así lo expresó Eleuterio Hernández Olivares, de 55 años de edad, quien con su familia acudió este miércoles 2 de noviembre a panteón municipal de Pachuca a adornar con flores de cempasúchil la tumba donde yacen los restos de su papá, don Agustín Hernández de la Cruz, y sus hermanos, Crisanta y Marcos Hernández Olivares.
Este último, falleció el pasado 1 de julio. Era el hermano mayor de todos, agrega don Eleuterio, quien desde 1984 migró, junto con su esposa, de su natal Calnali a buscar mejores oportunidades a Pachuca.
Te podría interesar
“Nosotros no solo venimos cada año, en Día de Muertos. Procuramos venir dos o tres veces a visitar las tumbas de nuestros seres queridos, también es una forma de inculcar a las generaciones que viene atrás de nosotros la importancia de no olvidarnos de nuestras familiares que se adelantaron”, agregó el hombre que actualmente vive en la colonia Cubitos, de Pachuca.
Don Eleuterio llevó dos ramos de flor de cempasúchil. Honestamente, dice, no dio para comprar más, ya que actualmente se las ha visto difíciles ya que no tiene un trabajo fijo; sin embargo, se hace trabajos de video filmaciones, fotografía y cuadros de madera.
“También le sé a la jardinería, albañilería y soy ayudante pintor… ahora sí que lo que caiga es bueno, ahí la vamos llevando poco a poco, mientras Dios nos presta vida, hay que saber de todo un poco, porque sí nomás nos atenemos a un trabajo nunca vamos a salir adelante”, comentó.
Junto con una mujer, Don Eleuterio quitó los pétalos de las flores de cempasúchil para echarlos encima de la tierra donde están los restos de sus familiares. También, las pusieron en los floreros.
“Ahorita como no hay dinero, hacemos un esfuerzo en venir y traerles, aunque sea unas cuantas flores. Antes arreglamos la tumba con un arco y una cruz bien adornada, tupida de pura flor de cempasúchil (como lo hacen en la Sierra Alta donde es originario); pero ahora si nos encontramos sin dinero y pues ‘pobremente’ se hizo un esfuerzo”, agregó Don Eleuterio.
Esta tarde de miércoles miles de personas acudieron al panteón municipal de la capital hidalguense a recordar a sus seres queridos. De esta forma se reactivó la venta de flores afuera, y habitantes aprovecharon para vender productos como pan, golosina y bebidas para refrescar.
“Les hago un llamado a todos a que no olviden a sus seres queridos, más que nada, porque hacia allá vemos. Es triste ver tumbas abandonadas que no las han visitado… nunca hay que olvidarse de ellos, porque de ahí venimos, son nuestras raíces”, concluyó.
sjl