San Diego de la Unión-. La hacienda de los descendientes de Benito Juárez es un lugar de riqueza histórica y familiar. La finca se encuentra al norte de la comunidad San Juan pan de Arriba en San Diego de la Unión. Un patrimonio que ha conservado la familia Obregón-Santacilia-Juárez a través de los años y del paso del tiempo.
La hacienda de San Juan Pan de Arriba fue una de las haciendas más grandes de ganado que existió en el mundo, con más 5 mil vacas distribuidas en 22 mil hectáreas, se dedicó también a la crianza de toros de lidia y dio nombre a la famosa Ganadería Santacilia.
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Luis Sainz Obregón, descendiente directo de Benito Juárez explicó a La Silla Rota que el patrimonio original fue afectado por la reforma agraria del presidente Luis Echeverría reduciendo de 22,000 a 5, 500 hectáreas de lo que era originalmente el patrimonio de los Santacilia-Obregón-Juárez.
La hacienda tuvo un pasado antiguo, pues frailes franciscanos arribaron al lugar en tiempos coloniales y construyeron los cimientos de lo que hoy es la hacienda, pese al paso de los años y los siglos, los miembros de la familia hacen constantes labores de mantenimiento en cada una de sus habitaciones.
La hacienda de los Santacilia-Obregón-Juárez comprende un patio central, en uno de los costados se encuentra un gran comedor de madera que da paso a la cocina que se conserva como en antaño: un horno de leña grande y otros pequeños, todos de color rojo, además de una cocineta estadounidense de metal.
En una de las habitaciones se encuentra una gran barrica hecha de madera de roble, en ella se elaboraba hasta 4,000 litros de mezcal, debido a la gran altura de esta habitación, en las vigas de madera suelen esconderse murciélagos que Luis Saniz Obregón conserva, ya que polinizan los magueyes de la finca.
La lotería española
La familia ha realizado mejoras no solo a la hacienda sino en la zona, pues Franco Obregón Zárate esposo de la primera nieta de Benito Juárez, María Santacilia Juárez, ganó un día la lotería española que comercializaba en México, pero una tempestad lo hizo esperar a que pasara la tormenta en Cuba, cuando llegó a Veracruz el billete ganador se encontraba en los de Franco por lo que cobró el premio, en aquella época las ganancias eran oro.
Franco edificó la mayor parte de los terrenos y se erigieron represas por las que está rodeada la finca, como la presa de San Franco, presa de Belén y presa la Quebrada por lo que se hizo un sistema de riego.
Una de las terrazas se elaboró como habitación familiar, pues de sus muros cuelgan cuadros con fotografías antiguas de los miembros de la familia, generación por generación. En una de las paredes se encuentra el árbol genealógico desde Benito Juárez y Margarita Maza hasta los familiares más recientes.
Toda la finca se conserva y se resguarda como un tesoro familiar, sin embargó, explicó Luis Sainz Obregón, que se tienen planes de abrirse al público como un hotel y un proyecto turístico a futuro para San Diego de la Unión y el estado de Guanajuato.