Tras la pérdida del estatus sanitario que ha impedido a los ganaderos de Nuevo León exportar su ganado en pie desde diciembre de 2023, el caso ha llegado al Senado de la República, donde ya se trabaja en soluciones legislativas y operativas para regularizar la situación y reactivar la exportación, vital para la economía rural del estado.
La senadora Judith Díaz, secretaria de la Comisión de Ganadería, informó que se busca restablecer el estatus sanitario del estado, afectado por irregularidades en la administración de los aretes de identificación animal. “Queremos ordenar el sistema, que cada animal tenga su arete, como si fuera su CURP, y garantizar que todo el ganado esté registrado y sano”, explicó.
Pérdidas falta de estatus
Contexto: Este problema ha generado pérdidas estimadas en 400 millones de pesos anuales, según cifras del sector. Entre los rubros más afectados están la exportación de 30 mil becerros de engorda y la comercialización de genética bovina de razas como Charolais, Brangus y Brahman, que ha sido limitada incluso dentro del país.
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Para dar una solución integral, informó la legialdora morenista, el Senado trabaja en conjunto con el Congreso local y asociaciones ganaderas en una nueva Ley Ganadera, ya que la actual, de 1994, ha quedado obsoleta. Esta ley buscará mejorar la trazabilidad del ganado, reforzar campañas sanitarias y garantizar un marco normativo moderno que impulse la competitividad del sector.
El presidente de la Comisión de Fomento al Campo del Congreso estatal, Ignacio Castellanos Amaya, detalló que la actualización legal beneficiaría directamente a más de 13 mil familias que dependen de esta actividad y permitiría recuperar la certificación sanitaria en los próximos meses.
Una amenaza más al ganado
La senadora Díaz también advirtió sobre una amenaza adicional: el riesgo de ingreso del gusano barrenador del ganado, una plaga que destruye tejido animal y puede poner en jaque al sector si no se refuerzan los cercos sanitarios. “No podemos permitir que llegue a Nuevo León. Todos los animales deben estar vacunados, identificados y certificados”, afirmó.
Se estima que si se cumplen con los requisitos técnicos y sanitarios exigidos por Estados Unidos, Nuevo León podría recuperar su estatus sanitario antes de que termine 2025, lo que reactivaría las exportaciones y aliviaría la crisis actual del sector pecuario estatal.
¿Por qué EU ya no compra el ganado de Nuevo León? Una crisis millonaria que no cesa
La ganadería de Nuevo León atraviesa una grave crisis económica debido a que, desde diciembre de 2023, el estado perdió el estatus sanitario que le permitía exportar ganado a Estados Unidos.
Según estimaciones del sector, las pérdidas anuales ascienden a 400 millones de pesos, lo que afecta tanto a los productores comerciales como a los criadores de genética bovina.
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Luis Lauro Martínez, ganadero y expresidente de la Asociación Brangus Rojo de México, detalló que el mayor impacto se ha reflejado en la comercialización de becerros de engorda. Aproximadamente 30,000 cabezas han dejado de exportarse cada año, lo que representa una pérdida de 225 millones de pesos.
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A esto se suma la afectación en la venta de genética ganadera, ya que Nuevo León alberga alrededor de 10,000 vacas de registro de razas como Charolais, Simbrah, Simmental, Beefmaster, Brangus y Brahman. La restricción ha limitado la movilidad del ganado hacia otros estados del país, ocasionando pérdidas adicionales de 175 millones de pesos.
Otros estado norteño sí pueden exportar su ganado
Según los expertos ganaderos, otros estados como Coahuila, Tamaulipas, Sonora, Chihuahua y Durango sí pueden exportar su ganado, lo que les permite obtener amplias ganancias gracias a los precios históricos que ha alcanzado el mercado.
En contraste, los 30,000 becerros que Nuevo León solía ofrecer a otros mercados permanecen en el mercado local, pero a precios considerablemente más bajos.
“El sector ganadero estatal ha dejado de percibir más de 400 millones de pesos debido a la falta de certificación fitosanitaria exigida por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Además, esta prohibición impide la venta y traslado de nuestros animales a otras regiones de México”, explicó Martínez.
Por su parte, Víctor Siller, consultor y asesor de productores ganaderos en la entidad, destacó que “nuestro ganado no ha registrado brotes de tuberculosis o brucelosis en mucho tiempo y, además, ningún animal exportado a Estados Unidos ha sido detectado con este problema”.
Culpan al Gobierno por la situación
Ambos especialistas coincidieron en que la situación se debe, en gran medida, a deficiencias en la coordinación entre las autoridades estatales y la Unión Ganadera, que no han actualizado ni completado los controles de movilidad y trazabilidad del ganado. Asimismo, señalaron la falta de seguimiento por parte del Comité de Sanidad, lo que ha prolongado el impacto negativo en el sector.
Para revertir esta problemática, Martínez consideró fundamental fortalecer la coordinación entre el Comité de Sanidad, las autoridades estatales y la Unión Ganadera del Estado.
“Es necesario que los organismos responsables trabajen de manera conjunta para acelerar la recuperación del estatus sanitario. La coordinación entre el Comité de Sanidad y la presidencia de la Unión Ganadera es clave para lograrlo y volver a ser competitivos”, concluyó.
