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¿Cuánto les cuesta a los mexicanos su salud mental?

En México dos de cada 10 personas que tienen un problema de salud mental buscan atención especializada

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Escrito en DINERO el

Aunque muchas personas son conscientes de que necesitan acudir con un psicólogo, la mayoría no lo hace por el estigma de que acudir con este especialista significa estar loco y a esto se le suma que en muchos casos su economía no se los permite.

Pero, pese a las dificultades para asistir con un especialista de este tipo, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, considera que tener una buena salud mental es absolutamente fundamental para la salud y el bienestar en general, en especial tras el confinamiento.

En México ejercen 227,525 psicólogos, según cifras del Observatorio Laboral de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Además, existen 442 establecimientos de salud mental y adicciones de la Secretaría de Salud Federal y estatales en el país.

Sabiendo esta información, primero que nada, es necesario aclarar que existen diferentes tipos de especialistas dentro de la salud mental, como los psicólogos, los psicoanalistas, psicoterapeutas o los psiquiatras, cada uno con diferentes enfoques, métodos y tratamientos, además de que el costo por sesión varía.

El acercamiento a las diferentes especialidades dependerá de la afección y su gravedad, aunque es recomendable tener un primer contacto con un psicólogo o con el médico familiar para evaluar la condición de cada individuo.

¿CUÁNTO CUESTA IR AL PSICÓLOGO?

En promedio, el precio de un especialista en psicología es de 500 pesos por sesión, pero el precio puede ascender a los 2,000 pesos o más en la Ciudad de México, sin embargo, esto dependerá de la localidad en la que te encuentres.

La tarifa que establece el psicólogo también dependerá del grado de estudios y los cursos, diplomados, talleres, etc., que el profesional tenga en su currículum, además del tipo de terapia que se requiera, ya sea individual, en pareja o en grupo.

El precio de la atención psicológica, para muchos mexicanos, sale de su presupuesto si consideramos que en la mayoría de los casos se requiere una sesión por semana, dependiendo del diagnóstico, mientras que el salario mínimo en este año es de 172.87 pesos diarios.

ALTERNATIVAS PARA RECIBIR ATENCIÓN PSICOLÓGICA

La pandemia trajo consigo algunas ventajas en este aspecto, pues muchos psicólogos implementaron la modalidad online, en la que tratan a sus pacientes a distancia mediante una videollamada, por lo que puedes tomar la sesión desde la comodidad de tu casa. Esta modalidad, en muchos casos, reduce su costo, pues puedes tomar tu consulta a partir de 200 pesos.

También, existen otras alternativas, en las que algunos centros toman en consideración la situación socioeconómica de cada paciente al hacerle un estudio y así poder ajustarse a su bolsillo.

Igualmente, durante la pandemia, muchas instituciones ofrecieron servicios de atención psicológica gratuita para quien lo necesitara en momentos de crisis, como es el caso de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, entre otros.

AYUDA PSICOLÓGICA TRAS LA PANDEMIA

Un estudio reveló que una de cada cuatro personas en todo el mundo experimentará una condición de salud mental en su vida y, según la Secretaría de Salud, en México dos de cada 10 personas que tienen un problema de salud mental buscan atención especializada y lo hacen en un lapso de entre cuatro y 12 años después de manifestar síntomas.

Durante la pandemia, muchas personas atravesaron situaciones difíciles, ya sea por la pérdida de un familiar, de su empleo o por el simple hecho de que el confinamiento y la falta de contacto físico con las personas afectaron sus emociones.

Todo lo anterior repercutió en la salud mental de la población mundial, pues según la OMS, las situaciones de emergencia causan malestar a la mayoría de las personas, que se manifiesta, por ejemplo, en forma de ansiedad y tristeza, desesperación, trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad o ira y/o dolor, entre los más comunes.